irisarri + piñeira

La vivienda se eleva sobre una serie de pilares esbeltos que permiten que el volumen principal flote sobre la ladera. Esta solución minimiza el impacto en el terreno y mantiene la continuidad del paisaje. El resultado es una pieza ligera que se integra con la topografía y aprovecha las vistas.

La envolvente combina paneles translúcidos y superficies acristaladas. Los primeros difunden la luz interior y generan un brillo uniforme al anochecer, mientras que el vidrio abre las estancias hacia el entorno y convierte el interior en un mirador elevado.

La estructura metálica y los materiales industriales refuerzan una arquitectura clara y funcional. Cada componente se muestra tal cual es, sin artificios, lo que acentúa la idea de un refugio contemporáneo que habita el paisaje sin interrumpirlo.